Aquella niña que se crió entre folclore tradicional gallego hoy acumula en sus vitrinas ocho discos. También algún que otro premio, sí, pero sobre todo mucha admiración del público, que adora su talento y carisma. Como recordaréis, la brillante cantautora y defensora y promocionadora de la lengua gallega Sés se encuentra presentando “Diante un Eco”. Este trabajo, que reafirma la estética popular y hace gala de una exquisita calidad poética a bordo de un sonido alegre, fresco y desenfadado como base de letras cargadas de optimismo, ha quedado considerado uno de los lanzamientos más destacados del pasado año. Actualmente la artista se encuentra presentándolo por todo el país, y amablemente nos concede unos minutos de charla.
ENTREVISTA A SÉS – TOMA LA ALTERNATIVA
- Llevas casi una vida entera dedicada a la música, y además de ello se te conocer por ser una abanderada y además firme defensora de la cultura y la lengua gallegas. ¿Qué se siente al ver que esto se reconoce más allá de tu tierra?
Se siente alegría y es un honor, por supuesto, así que muchas gracias.
- Más allá de tu carrera musical, sabemos que te licenciaste en Filología Gallega y Antropología Social. ¿En qué medida afectó esto a tu forma de hacer música? ¿Dirías que conocer más a fondo tus raíces y el comportamiento y la evolución humana cambiaron –de alguna manera– tu forma de crear y componer?
Sí, completamente. Yo pondría Antropología como materia obligatoria en todas las escuelas del mundo, desde el primer año de Secundaria. Probablemente, tendríamos muchísimos menos problemas y se acabarían las guerras, pero seríamos mucho más difíciles de manipular, por eso se enseña más Química que Antropología y Filosofía.
En lo que a mí respecta, mi vida no hubiese sido la misma, sin lugar a dudas, si no hubiese escogido eses estudios. La Antropología te ayuda a descodificar y ordenar la realidad, y la Lingüística y la Literatura te ayudan a recodificarla o por lo menos a nutrirte de quienes lo hacen.
- Buceando en la red, hemos visto que se define tu estilo –lo cual no es tarea sencilla– como una mezcla perfecta de rock, tradición oral y cierta cadencia de canción de autor latinoamericana. ¿Estás de acuerdo con esta afirmación? ¿Añadirías algo más?
Creo que, como a casi nadie que haga canciones, tampoco me encantan las definiciones. Pero, por supuesto, no me incomoda esa en concreto.
Lo que soy es una cantora o una cantautora que viste sus textos con trajes muy diferentes, consecuencia de un consumo muy amplio y sin complejos. Y si hago una valoración, lo más objetiva que me es posible, matizaría que la cadencia latinoamericana de la que hablas, más que “cierta” es mucha. Latinoamérica ha sido crucial para mí, como ser humano, musical y literariamente. Las autoras y autores/ cantoras y cantores latinoamericanos me han enseñado a cuestionar, que es lo mismo que enseñarte a pensar.
- A esta mezcla genuina y sorprendente le acompaña el discurso valiente y contundente de una mujer empoderada. ¿Cómo de necesario crees que es esto en estos tiempos? ¿Qué consejo les darías a las artistas que están por venir?
La valentía es necesaria siempre, porque lo contrario conduce a la miseria, a la peor de todas, a la miseria moral e intelectual, que es la que más caracteriza, actualmente, a la facción privilegiada del planeta, en la que hemos nacido nosotras.
A las jóvenes les diría que no se cansen de leer, de estudiar. Que hay que ser culta para ser libre, ya lo dijo Guevara, y cada día más, porque el entramado en el que vivimos es cada vez más complejo, y que analicen su contexto y el grado de objetivización y sexualización al que están sometidas. Porque cuando tu supuesta libertad se parece tanto a la esclavitud, es muy probable que no estés viendo los grilletes.
- Hace algunos meses publicaste tu octavo disco, “Diante un eco”, un trabajo honesto y cargado de fuerza que ha sido destacado por multitud de medios. ¿Cómo surgió la idea de esa “vuelta a los orígenes” pero esta vez desde una perspectiva más alegre y positiva?
No fue una decisión, fue un resultado. Cuando acabé el disco me di cuenta de eso. Me lo puse y dije: “Hostia, me recuerda a cuando empecé”. Así fue, te lo prometo. Me sonó fresco (aunque suene manido), alegre…e incluso había temas que, partiendo de un gran enfado, sonaban desenfadados. No sabes cuánto me gustó comprobar eso, porque yo siempre he dicho que nunca he sentido miedo a perder la inspiración, pero si me da mucho miedo perder la alegría. Primero, porque las que creemos firmemente en la justicia social tenemos también derecho a ella y segundo, porque la energía y el vitalismo del que nos dota, nos hace muchísimo más peligrosas en la lucha.
- El próximo 23 de mayo vas a presentar en directo tu nuevo trabajo en Madrid dentro del Festival de las Estrellas (entradas aquí). ¿Qué esperas de este concierto? ¿Encontraremos algo nuevo en este directo que no hayamos visto en tus anteriores visitas a la capital?
Va a ser un concierto por todo lo alto, como los que hacemos en Galiza. Nos vamos toda la banda, mis técnicos, que son de Champions League, y el merchandising, que tanto me piden siempre, por cierto! Así que además de ver un espectáculo completo de sonido y luces, pueden llevarse una camiseta para desbrozar los domingos.
- Llegamos a la parte final de la entrevista, en la que te pedimos que nos recomiendes algunas de tus canciones favoritas para estas situaciones:
- Una canción que nunca te cansarás de escuchar: “Colombia”, de Polo Montañez
- Una canción para usar como despertador: “Desfado”, de Ana Moura
- La canción que no puede faltar en tu momento de relajación: “Sin caballo y en montiel”, de Atahualpa Yupanki cantada por Jorge Cafrune
- El tema que nunca falta en tu playlist de viaje: “Mujer”, de Amparo Ochoa
- El momento de máxima motivación haciendo deporte: cualquiera de Lendakaris Muertos.
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