La primera vez que hablamos de su proyecto dijimos que vuelan a kilómetros del suelo. Y sí, lo hacen, a través de melodías de rock alternativo fuertes, pero aderezadas con un toque de sensibilidad pop. Además, su exquisito gusto por los arreglos elaborados es mucho más que evidente. Hace apenas unas semanas celebrábamos que, tras cuatro singles adelanto, el LP debut homónimo de Ultrazul ya era una realidad. Al igual que hicieron sus antecesoras, esas seis canciones inéditas hasta la fecha confirmaron la maravillosa habilidad de la banda madrileña para la transformación. Esto les permite saltar desde el rock más contundente de raíz stoner y grunge al pop más melódico, complejo y elegante según les conviene. Todo ello, además, sin perder ni una sola pizca de originalidad.
Por suerte, hemos podido mantener con ellos unos minutos de charla donde nos han contado qué queda de su anterior proyecto, cómo se gestó el proceso de grabación en un estudio casero, en qué momento se encuentran como banda o cómo crear música consigue ayudarles a escapar de la monotonía. Pasen y lean.
ENTREVISTA A ULTRAZUL
- De las cenizas de Kovalski, el proyecto con el que os disteis a conocer, nació Ultrazul tal y como lo conocemos hoy. ¿Qué diríais que queda en este nuevo proyecto de aquella banda con la que publicasteis dos discos?
Quedan el gusto por la distorsión y por la experimentación. Kovalski siempre tuvo una fuerte raíz rock que aún conservamos, y también una enorme curiosidad para probar sonidos, ritmos y estructuras nuevas. De hecho, Ultrazul no es más que un paso adelante en ese gusto por la experimentación: llegó un momento en que nos apetecía mucho salir del tono y sonido que habíamos construido con Kovalski. Y para ello necesitábamos un nuevo comienzo, con una nueva actitud, una nueva sonoridad y una nueva energía. Y así llegó Ultrazul.
- En la biografía de vuestras redes sociales os definís a vosotros mismos como “Funambulistas por la cuerda sin atar” y nosotros nos preguntamos: ¿qué es eso que os hace volar a kilómetros del suelo?
Uff, muchas cosas… La energía de un riff de guitarra, un estribillo bien construido, una canción tan perfecta que no puedes sacarte de la cabeza, esa comunión casi mística entre el público y la banda en uno de esos conciertos que casi te hacen levitar. En fin, cualquier cosa real que nos emocione y nos ayude a escapar de la monotonía a la que nos condenan los medios de comunicación masivos y su cultura de usar y tirar.
- Recientemente habéis lanzado vuestro primer disco homónimo, “Ultrazul”, con diez temas que fueron grabados en vuestro home estudio, mezclados en Los Ángeles por Guillermo Marín (Bunbury, Mon Laferte) y posteriormente masterizados por Mike Couzy (Santana). ¿Qué aprendizaje y qué sensaciones os dejó este proceso de grabación tan casero? ¿Cómo fue trabajar más tarde con personalidades tan importantes como un ganador de un premio Emmy?
Tras las experiencias con nuestros dos discos previos como Kovalski nos apetecía mucho alejarnos del “efecto taxímetro” que supone grabar en estudios profesionales, donde al final el tiempo (especialmente, la falta del mismo) suele ser el principal factor a tener en cuenta a la hora de planificar el LP. Así que para el primer disco de Ultrazul decidimos invertir el coste de la grabación en montar un estudio en casa, lo que nos ha permitido poder afrontar la grabación con total tranquilidad. Algo que, en términos generales, sólo nos ha traído ventajas: hemos podido grabar con más calma y cariño, sin agobios ni prisas. Y además, hemos podido experimentar con los arreglos y los detalles sonoros de una forma que nunca antes habíamos podido hacer, algo que se nota especialmente en las voces y los coros.
Contar con Guillermo fue una auténtica suerte, y creemos que gran parte del sonido del disco hubiera sido imposible conseguirlo sin él. Además, pese haber trabajado con gente tan grande y potente se implicó en el proyecto casi como uno más. Es un profesional increíble, pero lo que es aún mejor (y más raro de encontrar) es un tipo cercano, humilde e increíblemente empático.
- En nuestro blog hablamos de vuestro sonido como original, propio y muy reconocible, situándolo en torno al rock pero aderezado con un toque de sensibilidad pop y unos arreglos más que elaborados. ¿Estáis de acuerdo con esta afirmación? ¿Coincide con lo que pretendíais transmitir con vuestro primer disco?
Sí, totalmente de acuerdo. Como hemos comentado antes, una de las cosas que más nos motiva como músicos es evolucionar y encontrar caminos nuevos. Ultrazul nació precisamente para dar cabida a nuevas sonoridades que en Kovalski eran difíciles de encajar. Ese espíritu pop, ese gusto por el estribillo y por las melodías, los arreglos vocales complejos… Llegó un momento en nuestra progresión como banda que nos apetecía abrirnos a una energía musical más luminosa y menos densa, pero sin perder, por supuesto, el gusto por la fuerza y la distorsión. Y creemos que, en ese sentido, el primer disco de Ultrazul refleja bien la clase de sonido que nos apetece hacer ahora.
- Ya pusisteis patas arriba la Sala El Perro de Madrid el pasado 2 de noviembre, en la presentación del LP en la que estuvisteis apoteósicos. ¿Tendremos gira a la vista? ¿Podéis desvelarnos algo de qué nos encontraremos en vuestros próximos directos?
Sí, por supuesto. Unas de las cosas que más nos motiva y divierte como banda es el contacto con el público. No sé si podemos hablar estrictamente de gira (cada vez es más difícil encontrar salas con huecos libres para grupos emergentes, y menos aún con repertorio propio. En este sentido, la apuesta por las bandas de versiones va dejando cada vez menos aire a la música original en directo), pero ya tenemos algunas fechas cerradas para el arranque de año. Y esperemos que aún queden muchas más por venir.
Para los próximos conciertos ya estamos trabajando en canciones nuevas… y en alguna que otra versión que puede sorprender bastante a nuestros seguidores.
- Llegamos a la parte final de la entrevista, en la que os pedimos que nos recomiendeis algunas de vuestras canciones favoritas para estas situaciones:
- Una canción que nunca os cansaréis de escuchar: “Head Down” de Radiohead
- El tema que nunca falta en vuestra playlist de viaje: “Wanderlust” de Paul McCartney
- El momento de máxima motivación haciendo deporte: “Begging you”, de The Stone Roses
- Una canción para usar como despertador sin amanecer odiando a todo a vuestro alrededor: “Dear Prudence” de The Beatles
- La canción que no puede faltar en un momento de relajación: “I Know” de Fionna Apple
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