Tras el final abrupto de la noche anterior, nos despertamos y corrimos a la ventana. No llovía pero aún quedaban muchas nubes en el cielo que amenazaban con descargar. Pasamos la mañana pegados al móvil a través del que recibíamos actualizaciones de la organización sobre el estado del recinto.
La primera buena noticia llegó al medio día cuando, pese a que la lluvia volvió a hacer acto de presencia, se confirmó que los conciertos de la mañana seguirían adelante. Sin embargo, decidimos mantenernos a resguardo esperando que por la tarde pudiera abrir el recinto. Así, por después de comer, llegó la noticia que esperábamos. ¡La jornada final del Gigante 2024 podría llevarse a cabo con normalidad!
Así pues, no quisimos esperar y nos plantamos en el recinto desde primera hora. En esta ocasión, Casino Montreal repitieron en el festival tras haber amenizado una de las mañanas el año pasado. Esta vez, sobre uno de los escenarios principales, los de Ponferrada tiraron de energía y actitud, dejando claro que aspiran a ser una de las bandas que no podrán faltar en cualquier festival de los próximos años. Además, nos sorprendieron invitando a cantar uno de sus temas con ellos a Tessa. Disfrutamos mucho de este concierto y nos pareció un arranque a la altura para todo lo que quedaba por delante.
A continuación se subió al escenario Karmento. La manchega puso un toque de color y folklore al festival con su estilo único y personal. Quizás fiera una de las propuestas más diferentes en cuanto estilo, pero si algo nos quedó claro es que tiene algo que engancha y te atrapa. Y atrapó tanto que la lluvia volvió. De nuevo una fuerte tormenta obligó a parar la música y la organización pidió a todos los asistentes que salieran del recinto y se refugiaron en las ya conocidas carpas de producción.
Afortunadamente, al cabo de unos 20 minutos la tormenta cesó y habiendo comprobado que los equipos esta vez no se habían visto afectado, la música pudo reanudarse y ya os adelantamos que esta vez fue definitiva. La parte mala es que Karmento tuvo que reducir su set y solo tuvo tiempo de tocar las últimas canciones que tenía previstas. Dicen que lo bueno, si breve, dos veces bueno y eso mismo ocurrió con la artista, nos dejó con ganas de más y seguro que vuelve a tener hueco en futuras ediciones.
Si en la jornada anterior nos emocionamos con la despedida de Rayden, esta vez tocaba otra dolorosa despedida. Niños Mutantes tomaban el control del Gigante en el que sería su último concierto en Guadalajara y uno de los últimos de su carrera.
Durante una hora, hicieron un recorrido a sus 30 años de carrera en el que no faltaron temas como ‘Hermana Mia’ o ‘Errante’ en los que el público enloqueció. Siempre es una pena tener que despedir a una banda que ha sido banda sonora de nuestras vidas, pero también es una alegría haber podido vivir ese camino con ellos y poder dar por cerrado este capítulo del camino de la mejor manera, con su música. Los granadinos estuvieron totalmente entregados y pese a que llevan una extensa gira de despedida a sus espaldas, dejaron de lado el cansancio y no dejaron ni un momento para respirar. ¡Os echaremos de menso mutantes!
Para seguir, llegó el turno del gallego más latino. Xoel López saltó al escenario para derrochar estilo y personalidad. En su concierto hubo momento para temas más íntimos, para otros, maracas en mano, más bailables y para desgañitarnos con el ya inmortal «Lodo». Xoel, que se mueve como nadie entre lo latino y la música de raíz, mantuvo al público enganchado desde el principio y dio uno de los conciertos más solventes del día.
Y este año volvieron las visitas internacionales al Gigante. Y lo hicieron por todo lo alto con el cabeza de cartel indiscutible de la edición. Ante un recinto a reventar, saltaron al escenario The Vaccines. La banda londinesa es ya una experta en esto de los festivales y tiraron de simpatía y de un repertorio que funciona por sí solo. Con su carismático vocalista al frente, se metieron al público en el bolsillo en un concierto en el que incluso hubo tiempo para intentar chapurrear el español. Lo suyo fue una sucesión de temas rock que culminaron con el mítico «If you wanna» con el que se desató el delirio colectivo.
Se acercaba la media noche pero aún había tiempo para disfrutar de algunos artistas más. Carlos Sadness cogió el relevo para inundar el Gigante con su sabor tropical. No faltó una primera fila entregadísima que llevaba varias horas esperando este momento. El barcelonés es un fijo de los festivales y sabe cómo ganarse al público con su personal estilo. Con él, viajamos a la ‘Isla Morenita’, nos pusimos el ‘bikini’ y vivimos un ‘amor papaya’, pero sobre todo, bailamos y disfrutamos de lo lindo.
Si algo tenemos claro es que la vida es mejor cuando no nos la tomamos tan en serio. Y si hay una banda que lleva esta filosofía por bandera, esa es Ojete Calor. El dúo tiene un sentido del espectáculo uno y eso quedó patente desde que aparecieron en el escenario saliendo de una concha gigante. Lo suyo no fue solo un show musical, entre tema y tema hubo tiempo para su ácido humor, haciendo que más de uno llorara de la risa. También hubo tiempo para un popurrí de los temas más tristes del pop español que hizo las veces de karaoke masivo. Un 10 como cierre de escenario.
Ya llegando al final del festival, quedaba un caramelito del que disfrutar. Desde Murcia, Claim saltaban al escenario Guadalajara con algo de retraso por motivos técnicos, pero cargados de energía. Daba igual que ya pasaran las 2 de la mañana, Claim fueron una explosión de luz y color en medio de la noche. Presentaron los temas de «Bengala», su último álbum, pero no se olvidaron de aquellas canciones con las que los conocimos como «Sería un detalle». También nos sorprendieron con una versión personal del «Moriría por vos» de Amaral que nos flipó. Sin duda, Claim fueron una elección ideal para cerrar el festival.
Y con esto nos despedimos del Festival Gigante un año más con un fin de fiesta que nos hizo resarcirnos por lo ocurrido el día anterior. Queremos dar la enhorabuena a la organización del festival y a todas las personas que trabajaron en el mismo por su buen hacer ya que, pese a la difícil papeleta, mantuvieron la calma y actuaron rápidamente ante cada adversidad. Mención especial para la comunicación del festival durante el desarrollo del mismo, de 10. Ya solo nos queda contar los días para descubrir las sorpresas que nos traerá la próxima edición del Gigante. Mientras tanto, os dejamos con la galería con los mejores momentos de la jornada:
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