Crónica Festival Río Babel 2024 – Día 2: 2000s vibes

Con la resaca emocional del día anterior, el viernes 5 de julio, volvimos a la Caja Mágica para vivir la segunda jornada del Río Babel 2024. Si el día anterior nos quejamos del calor, fue solo porque no sabíamos lo que estaba por venir.

Con casi 40 grados de temperatura, Depedro abrió la jornada. Lamentablemente hubo pocos valientes que desafiaron al sol para disfrutar de la calidad del músico. Suponemos que el hecho de que hubiera partido de la Selección Española de fútbol, tampoco ayudó. Pero eso no hizo que Jario se viniera abajo. Al contrario, con la delicadeza que le caracteriza, se entregó como si tuviera delante a 10000 personas. Para los que allí estuvimos, fue un lujo poder vivir un concierto tan íntimo en un festival.

Tras él, llegó el turno de disfrutar de uno de los último conciertos de Rayden. A pleno sol y con un público que tímidamente iba llegando, Rayden dio todo de sí para ofrecer un show memorable. Se sobrepuso a varios problemas técnicos y es que su equipo se sobrecalentó por el calor y tuvo que empezar algún tema e improvisar otro en modo acústico. Aquí tenemos que hacer un inciso y darle un 10 a la organización, ya que sacaron mangueras y no dejaron de mojar a los allí presentes para evitar golpes de calor. El alcalaíno se sobrepuso a todos los problemas haciendo un repaso por los temas más importantes de su discografía y caldeó el ambiente aún más si cabe. ¡Te echaremos de menos Rayden!.

Vicente García se encargó de poner el toque latino a la jornada. Con un look muy veraniego, el dominicano se metió al público en el bolsillo con su fusión de ritmos caribeños. Con algún grito de gol de fondo, lo suyo fue sin duda un concierto muy refrescante, y falta que hacía.

Y ahora sí, el recinto se llenaba para disfrutar de La Oreja de Van Gogh. La banda nos ha acompañado durante casi 30 años y eso se traduce en un repertorio que seas o no fan, disfrutas al completo. Tas los rumores de los últimos días que apuntaban a una posible vuelta de Amaya a la banda, el público coreó al unísono el nombre de Leire consiguiendo que al vocalista se emocionara. Las caras de los allí presentes coreando temas como «20 de enero» o «La playa» eran el vivo reflejo del disfrute puro y sin prejuicios.

Y qué mejor manera de continuar, que haciendo un viaje tropical con Carlos Sadness. El barcelonés es un fijo de los festivales y sabe cómo ganarse al público con su personal estilo. Con él, viajamos a la ‘Isla Morenita’, nos pusimos el ‘bikini’ y vivimos un ‘amor papaya’, pero sobre todo, bailamos y disfrutamos de lo lindo.

Y hablando de disfrute, La Pegatina llegó al Río Babel para subir el listón aún más. Si hay una palabra para definir su concierto, esa es FIESTA. Y sí, en mayúsculas. Pop, rock, rumba, ska… todo vale en La Pegatina, pero siempre con actitud y buen rollo por bandera. Su concierto fue una de las últimas oportunidades para verles antes del parón que harán el próximo año, y vino con sorpresa para los presentes  en forma de descuento para la cita del Wizink Center. Con bien de confeti en el ambiente, el cansancio no tuvo lugar y no paramos de bailar durante más de una hora.

Para seguir, necesitábamos bajar revoluciones y poco y Él mató a un policía motorizado fue la banda idónea para ello. La banda argentina, reunió a un buen puñado de fans que incluso ocupaban las primeras filas del escenario desde un buen rato antes del inicio del bolo. Con ese rock alternativo tan particular, la banda conectó con los allí presentes rápidamente con su directo arrollador.

Y llegó el broche de oro de la jornada. EL recinto estaba literalmente a reventar y es que nadie quería perderse a Amaral. El dúo zaragozano es otro de los clásicos que nos acompaña desde hace ya varías décadas. Hicieron un repaso por su discografía intercalando temas más recientes como «Rompehielos» con otros otros que son historia de la música española como «Marta, Sebas, Guille y los demás». Nadie se resistió a su concierto. Nos faltan dedos para contar las veces que les hemos disfrutado en vivo, pero podemos decir sin miedo que fue uno de sus conciertos que más disfrutamos, como una Eva en estado de gracia, derrochando energía y muy emocionada como demostró al cantar «Salir corriendo» (se nos pone la piel de gallina solo de recordar ese momentazo).

Y hasta aquí la segunda jornada del Río Babel 2024, el día del llenazo absoluto donde triunfaron las bandas que marcaron nuestra adolescencia. Si os habéis quedado con ganas de más, el lunes os contamos el cierre del festival. Mientras, podéis rememorar lo que dio de sí la primera jornada del Río Babel.

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