Tras un año de espera, el pasado 10 de julio llegó el momento. El Mad Cool Festival 2024 daba comienzo con una edición llena de promesas de mejorar los detalles que fallaron el año pasado. Repitiendo el recinto Iberdrola Music en Villaverde, algunos detalles como la movilidad, el aforo o la distribución de los baños fueron las principales quejas que requerían una solución. Pero… ¿funcionarían las medidas tomadas por la organización?. Os lo contamos a continuación.
Sin querer perdernos ni un solo minuto, nos presentamos en el recinto a primera hora dispuestos a vivir la aventura al completo. A primer vistazo, se hizo patente un gran cambio de distribución del recinto ya que, respecto a la anterior edición, solo repitieron ubicación los 2 escenarios principales. Pero lo mejor de todo, los baños. Si el año pasado nos quejamos de que solo había un punto de baños en el centro del recinto, el cual además dificultaba el flujo de gente en el recinto, este año comprobamos que había varios puntos repartidos por todo el recinto. ¡Minipunto para el Mad Cool!.
Y sin más dilación, nos dirigimos al escenario «Region of Madrid» para gozar con Tom Odell. El británico tuvo la responsabilidad de abrir los escenarios principales del festival pero superó el reto con creces. El suyo fue un concierto íntimo como así requiere el estilo del artista. Quizás el hecho de que aún fueran pocos los valientes que se arriesgaron a desafiar el calor madrileño a media tarde, ayudó a crear esa atmósfera íntima que hizo tan especial el concierto. Además, su set vino con sorpresa y es que hacia el final del concierto, Tom invitó a Aitana a cantar con él su «Black Friday».
A continuación, llegó el primero de los solapes que nos hizo escoger entre papá o mamá. Finalmente optamos por disfrutar de James Arthur. El artista demostró bajo el sol abrasador lo mucho que ha evolucionado desde su mítico «Impossible». Con sus suaves y románticas melodías, consiguió congregas a un buen número de personas. Al finalizar el británico, llegamos a tiempo de vivir el final del directo de Janelle Monáe. Y menos mal porque aunque solo fueran 10 minutos, mereció la pena disfrutar de su impresionante y enérgico directo.
Para continuar, de nuevo otro doloroso solape y esta vez no pudimos elegir, así que decidimos dividir tiempo. Comenzamos dándolo todo con Nothing but Thieves. La banda que solo un día antes había tocado en La Riviera, dió un recital que fue de menos a más y demostró que opta a entrar en el olimpo de las grandes bandas de rock. Con todo el dolor de nuestro corazón a mitad de concierto tuvimos que correr para llegar a ver la segunda mitad del bolo de Garbage, y es que tampoco podíamos perdernos a una de las bandas que marcó nuestra juventud. Con carisma al 1000% y pasándolo regular por el calor, la vocalista de la banda no se dejó ni un solo de sus grandes hits. Y el público respondió coreando cada uno de los temas.
Tampoco nos podemos dejar en la recámara la primera de las sorpresas de Vibra Mahou en esta edición del festival. Y es que la iniciativa musical de Mahou, ya nos ha acostumbrado a montar tremendas fiestas en su stand y sorprendernos año tras año. Este año su puesto es un verdadero chiringuito de playa que incluso tiene arena. Así que quién mejor para inaugurarlo que ¡Henry Mendez!. Como siempre, el espacio estuvo a reventar de gente dispuesta a pasarlo bien con cero prejuicios.
Y llegó el plato fuerte de la noche. Con una apabullante puesta en escena, Dua Lipa hizo acto de presencia en el escenario «Mad Cool» antes un recinto, ahora sí, abarrotado. Lo suyo fue un no parar de coreografías vertiginosas en un concierto en el que fue intercalando temas de su reciente ‘Radical Optimism’ con otros de sus éxitos de anteriores trabajos. El público estuvo entregadísimo desde el principio y esa energía debió llegar a Dua que estuvo totalmente sembrada. Si al comienzo de su carera acusaban a la artista de falta de presencia escénica, tenemos que decir que Dua Lipa ha callado bocas. ¡De 10!. Hubo momento también para demostrar su más que correcto dominio del español en un speech en el que incluso llegó a emocionarse. La traca final fue apoteósica en la que, entre lluvias de confeti, se sucedieron «Physical», «Don’t start now» y «Houdini» ante la locura generalizada. Al finalizar el multitudinario concierto, pudimos comprobar de nuevo que este año la organización sí ha dado la tecla con el recinto. No se formaron aglomeraciones como ocurría el año pasado cada vez que tocaba un cabeza de cartel. Y no solo eso, además, se podía ir al baño, a beber agua o a las barras sin problemas y casi sin tener que hacer cola.
Para terminar la primera jornada, pudimos disfrutar del rock de The Smashing Pumpkings. La banda estadounidense desplegó toda su experiencia sobre el escenario en un concierto que nos dejó claro que el tiempo no pasa por ellos, y es que suenan mejor que nunca. Con sus característicos looks, los integrantes de la banda se entregaron a un público que, pese a ser miércoles, aguantó disfrutando de todos los temas míticos de la banda hasta bien pasada la media noche.
Y con esto y un bizcocho, tocó volver a casa. Una salida del recinto que vimos más fluida que el año pasado.
En resumen, el inicio de este Mad Cool 2024, fue una jornada con gran variedad musical en la que comprobamos que se habían solucionado muchos problemas de la anterior edición, como la distribución de los baños y las tan temidas aglomeraciones.
Estad atentos a nuestro blog porque muy pronto s seguimos contando. Mientras tanto, podéis disfrutar de algunas imágenes de este primer día de Mad Cool.
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