Festival Gigante 2023 – Crónica día 1: “Un inicio de altura”

Fue larga la espera, pero el último día de agosto, hace hoy justo 2 semanas, volvió el Festival Gigante. Un año más, no quisimos perdernos la cita con uno de los festivales más queridos del circuito. Un año más, el centro de la acción fue el recinto amurallado de la Huerta del Obispo en Alcalá de Henares. Este recinto, abrió por tercera vez sus puertas al Gigante en la que fue su novena edición.

Tras el estreno del recinto el pasado año en formato no pandémico, este año nos dispusimos a repetir las buenas sensaciones que recordábamos. Y nada más llegar, primera sorpresa positiva. No tenemos claro qué clase de brujería utilizaron, pero la organización había solucionado el principal problema que detectamos el años pasado. ¡El suelo de tierra no levantaba polvo!. El recinto contaba de nuevo con 2 escenarios principales, un tercer escenario patrocinado por Vibra Mahou que ponía banda sonora a la zona de restauración. Además, había un pequeño mercadillo con merchan y unas ilustraciones muy molonas y el ya tradicional photocall.

Y sin más, llegó la hora de que empezase la fiesta.

Jordana B tuvieron el honor de inaugurar el escenario Gigante.  Las chicas, pese a ser las primeras en tocar y tener el hándicap de que fuera jueves, consiguieron reunir a un buen número de fieles. Las primeras filas no paraban de corear los temas de la banda. Su pop fresco y lleno de energía fue una manera perfecta de ir entrando en calor. A destacar el carisma de su vocalista que no paró quieta ni un solo segundo.

A continuación, llegó turno de Irene Garry. Bajamos revoluciones para envolvernos en ese ambiente melancólico que Irene crea en sus conciertos. Acompañada en el escenario solo por la batería, la artista nos hizo sentirnos en el salón de su casa, casi como si nos cantara al oído. Durante este concierto tuvimos que desdoblarnos y es que en el escenario Vibra Mahou llegaba el turno de una de nuestras debilidades. Era el turno de Virginia Maestro y su personalísimo estilo. La artista linerense hizo un repaso por toda su carrera y es que con 3 discos y un EP en el mercado, tuvo que hacer selección de sus mejores temas. No fueron pocos quienes pasaron por allí quizás por la curiosidad de ver qué fue de aquella ganadora de Operación Triunfo y, sin embargo, se quedaron prendados del talento de Virginia.

De vuelta a los escenarios principales, comenzaban los platos fuertes y el primero de ellos fue Ángel Stanich. Lo suyo fue, como de costumbre, un derroche de personalidad. El cántabro tiene un estilo propio que enloqueció al público que a esas horas ya llenaba el recinto. Con temas como «Un día épico» y su arrolladora energía, Ángel dio la bienvenida a la noche de la mejor manera.

A continuación llegó el turno del que para nosotros fue una de las sorpresas de la noche. Dani Fernández saltó al escenario con una potente puesta en escena y acompañado de su banda para darlo todo. Tras dejar atrás su época en una boyband, la carrera de Dani ha tomado otros derroteros. Él, derrochó felicidad y actitud sobre el escenario y se dejó el alma en el Gigante. Con un público entregadísimo a temas como «Dile a los demás» o «Clima tropical», Dani tenía aún un par de sorpresas bajo la manga para terminar de conquistarnos.

La primera de ellas llegó casi al inicio del concierto cuando invitó al escenario a Antonio, cantante de Arde Bogotá, a cantar «Sin Vergüenza». Momento apoteósico donde los haya. Pero en la recta final del concierto, llegó una mágica versión de «Supersubmarina», tema de la banda homónima. No exageramos si decimos que aún se nos saltan las lágrimas al recordarlo. Definitivamente, si alguien aún tenía algún prejuicio con el ex-Auryn, tras este concierto deberían haber quedado totalmente enterrado.

Sin tiempo para respirar, llegó el momento de uno de los conciertazos del festival. Y es que este año la cabecera del Gigante tenía un claro sabor murciano. Para justificarlo, Arde Bogotá saltaron al escenario para ponerlo todo patas arriba. Pocas veces una banda llega tan alto en tan poco tiempo. Pero Arde Bogotá, con tan solo 2 trabajos, han demostrado que se merecen su hueco entre los grandes. Si dos años antes, presentaban su primer disco en aquella edición pandémica del Gigante, este año vinieron dispuestos a desquitarse y vaya si lo consiguieron.

El festival estaba inundado con camisetas con frases como «que vida tan dura», «hijos de la puta intensidad» o «valor, amor y cicatriz» así que las expectativas eran altas. Pero Arde Bogotá no defraudó. Durante hora y cuarto, hicieron un alarde de puro rock. Sin demostrar ni un ápice de cansancio tras una intensa gira, no hubo ni un solo momento de descanso. La banda encadenó hit tras hit en una comunión total con los allí presentes. El final, que llegó como si tan solo llevaran cantando 10 minutos, fue ya el culmen del éxtasis con Antonio cantando «Cariño» entre el público. Un 10 para Arde Bogotá.

No podíamos terminar la noche sin disfrutar del buen rollo que inunda cada concierto de Karavana. La banda, que a final de año se enfrentará a su primera Riviera, consiguió retener a bastante gente pese a que su concierto comenzó bien entrada la madrugada. Sin duda, los chicos hicieron que no nos arrepintiéramos de aguantar. Energía, actitud y descaro sobre el escenario al ritmo de éxitos como «Resaca pop» o «Madrid». En el concierto de la banda incluso hubo hueco para una sorprendente versión de Bad Bunny. Para nosotros, fue una manera perfecta de cerrar la noche.

Y hasta aquí lo que nuestros cuerpos aguantaron en esta primera jornada de Gigante 2023. El festival comenzó sin duda por todo lo alto, pero aún era jueves y quedaba mucha música por delante. Mañana mismo continuamos repasando lo que dio de sí el festival. Mientras tanto, os dejamos una selección de las mejores imágenes de la jornada:

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