Tras un inicio prometedor y una segunda jornada que fue una carrera de fondo, tocaba despedirse el Festival Gigante 2023. Las previsiones llevaban días avisando de la llegada de una nueva dana y no fallaron. El día amaneció muy nublado y la lluvia no tardó en hacer acto de presencia. Con todo preparado para partir rumbo a los conciertos matutinos, se nos acumulaban las dudas sobre si todo podría seguir adelante según lo planeado.
Sin embargo, como por arte de magia poco antes del turno del primero de los conciertos, llegó una tregua y la fiesta pudo comenzar. Desde Aluche, Brava saltaron al escenario con su arrolladora energía y nos hizo olvidarnos de todas nuestras preocupaciones. Con un estilo rock cañí, como la propia banda lo define, nos pusieron a saltar, porque aunque fuese ya el último día y la falta de horas de sueño se acumulase, no había excusa para no entregarnos al máximo.
A continuación, poco después de las 2 de la tarde, llegó el turno de Casino Montreal. Desde Ponferrada, la banda demostró que pese a su reciente formación, les sobran tablas sobre el escenario. Con temas donde predomina el rock indie, nos hicieron disfrutar de lo lindo. Además hubo sorpresa. Y es que lo más fieles del festival sabrán que hay una banda que no puede faltar en el mismo, y justo este año les echábamos de menos. Pues Casino Montreal encontraron la solución. Invitaron a cantar con ellos al vocalista de Embusteros en un momento que quienes estuvimos allí seguro que no olvidaremos.
Tras estos 2 aperitivos, llegó el momento de reponer fuerzas y prepararnos para la intensa tarde-noche que teníamos por delante.
Sudadera y chubasquero en mano, nos plantamos en el recinto para disfrutar del directo de Cosmic Wancho. Pese a la calidad del dúo, quizás su propuesta fue con la que menos conectamos del festival. Nos dio la sensación de que el escenario se quedaba algo grande ya que la banda llevaba un set, digamos minimalista. Quizás el hecho de que hubiese poquísimo público presente, seguramente esperando en casa a ver qué nos deparaba el cielo, hizo que el dúo no conectase mucho con quienes estábamos allí.
Tras ellos, llegó el turno de Alba Reche. Ahora ya sí se empezaba a ver más gente en el recinto que no quería perderse a la ilicitana. Todo empezó según lo previsto pero al poco de comenzar, llegó la cabeza de cartel sorpresa del festival. La temida Dana no quiso perderse el Gigante y nos refrescó de lo lindo. Sin embargo eso no paró a Alba quien, con su banda integrada enteramente por mujeres, lejos de venirse abajo, se creció de lo lindo. La artista se empapó como una más del público, público que, pese a que cada vez llovía más fuerte, no se movió de allí hasta que terminó el concierto.
La lluvia no daba ni un respiro y el recinto se llenaba de paraguas y de estilismos de lo más locos, desde camisas hawaianas, hasta ponchos, pasando por bolsas de basura que el personal de las barras tuvo el detalle de repartir entre los asistentes menos previsores. Con este percal, Veintiuno saltaron a escena ante un público que no podía estar más entregado pese a la que les estaba cayendo encima. La carrera de esta banda va viento en popa y con su nuevo disco a la vuelta de la esquina, entremezclaron los primeros adelantos con sus anteriores éxitos.
Ya empezaba a ser costumbre tener un ‘featuring’ sorpresa sobre el escenario y Veintiuno no quisieron ser menos. Rememorando un momentazo que nos dieron en su primera visita al festival hace 2 años en aquella edición con restricciones, invitaron a cantar con ellos «Nudes» a Chica Sobresalto, para esta vez sí, que pudiésemos bailarlo a gusto. Y vaya si lo hicimos, al terminar el concierto ya no sabíamos diferenciar entre lluvia y sudor y nos quedamos con muchas más ganas de Veintiuno. Deseo que, según lo leído en redes los días previos, quizás más tarde nos fuera concedido…
Y llegó el momento de uno de los platos fuertes del Gigante. Con algo de retraso debido a las lluvias, Viva Suecia hicieron su aparición estelar. Los murcianos, que contaron que casi no habían podido ni hacer prueba de sonido por el tiempo, se mostraron tremendamente agradecidos por el llenazo total pese a la que estaba cayendo y en lugar de enfarrarse en discursos vacíos, decidieron entregarse al máximo para agradecerlo.
Afortunadamente, a mitad de concierto la lluvia dio un respiro y ya con los paraguas cerrados, todo fue fluido. «El amor de la clase que sea» ha sido la consagración definitiva de la banda y los temas se iban sucediendo uno tras otros sin que la energía del público decayese ni por un solo minuto. En su directo, muchos temas están acompañados por un saxo, lo que, en nuestra opinión les da una dimensión aún mayor.
Y como de colaboraciones iba la cosa, llegó la sorpresa del concierto. Aunque quienes hubiesen bicheado las redes sociales los días previos, seguramente ya se lo olían. Llegó el turno del «El bien», uno de los temas más celebrados del último disco de Viva Suecia y sobre el escenario apareció Veintiuno al completo para montar una fiesta que fue sencillamente brutal. Sinceramente, nos encantaría revivir ese momento una y otra vez, aunque quizás la magia de todo sea precisamente la fugacidad de ese recuerdo que aún nos pone la piel de gallina.
Nos quedamos en Murcia para encontrarnos con los siguientes invitados del festival. Para nosotros un concierto de lo más especial ya que sería la última vez que les veríamos sobre un escenario. Era el turno de Second. La banda, que como sabréis está inmersa en su gira de despedida, presentó sus temas más recientes, pero no olvidó sus grandes éxitos como «Rodamos» o el ya eterno «Rincón exquisito». No podemos contar nada que vaya a sorprender a quienes ya hayáis disfrutado de alguno de sus directos. Sin necesidad de una gran escenografía, lo de Second es calidad y música en estado puro. Con la lluvia aún respetando y bastante gente aún en el recinto, el público acompañó a la banda en esta última visita a Alcalá.
Para terminar la fiesta, con una lluvia que volvía a hacer acto de presencia poco a poco, disfrutamos de parte del concierto de Queralt Lahoz. El estilo de la artista se escapa de nuestro radar. Seguramente por ello, no terminamos de conectar con este concierto en el que nos dio la sensación de que el escenario se quedaba algo vacío. Sin embargo, pese a que el recinto se iba vaciando, había un buen puñado de fans que disfrutaban y coreaban las rimas de la artista.
Y con esto nos despedimos del Festival Gigante un año más. Con un fin de fiesta que, lejos de quedar deslucido por la lluvia, consiguió tirar de epicidad para hacer de ‘un día de mierda’ , como dijeron Viva Suecia, un día para el recuerdo. Queremos dar la enhorabuena a la organización del festival y a todas las personas que trabajaron en el mismo por su buen hacer ya que, pese a la difícil papeleta, todo salió rodado y no vimos ni una mala cara en ningún momento. Ya solo nos queda contar los días para descubrir las sorpresas que nos traerá la décima edición del Gigante. Mientras tanto, os dejamos con la galería con los mejores momentos de la jornada. O al menos aquellos momentos que la lluvia nos permitió inmortalizar:
¡Nos vemos en el Festival Gigante 2024!
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