Desde que escuchamos sus primeros temas allá por el año 2020, supimos que resultaría difícil definir el sonido de Xackal. Lógico es, si tenemos en cuenta que detrás de este proyecto encontramos a un inquieto músico de alma libre. El sujeto en cuestión es Manuel “Nano” Suárez Pérez de Lis, un compositor, músico y productor gallego que lleva décadas dedicándose a la música. Quienes tenemos el gusto de conocerle, podemos confirmar que Nano es alguien a quien siempre merece la pena escuchar.
Sus conocimientos sobre música con innegables, al igual que su don para fabricar melodías de sonido ecléctico con matices orgánicos. Éste nace en el estudio de su casa, un lugar rodeado de naturaleza que inspira el nacimiento de canciones electrónicas con un exquisito olor a tierra en general y a vida en particular. Confirmamos, pues, que todo el que se para a escucharlas con detenimiento se queda perdido en ellas para siempre.
Hace algunos meses Xackal publicaba “La Muda”, su segundo EP en el que el músico arousano cambiaba de piel. Esto es, tras el agitado primer año vivido con Xackal, el músico meditó un cambio en sus procesos de creación. Su vida dio un giro y dejó el madrileño barrio de Lavapiés para volver a su Galicia natal. Le acompañaron su pareja y sus dos perros, Milo y Víctor, espectadores del gran momento creativo que estaba viviendo el músico gallego. Todo ello quedó recogido en un trabajo de carácter bífido que le obligó a salir de su zona de confort. El resultado fueron cuatro temas que nos permitieron viajar por submundos oscuros de paisajes pintorescos e increíbles que nunca olvidaremos. Todavía hoy, habiendo pasado unos meses desde entonces, volvemos a confirmarlo: el ritual del chamán (Xackal) consiguió raptar nuestra mente.
Atrás deja ya aquel ambicioso trabajo, ya que hoy descubrimos a fondo el nuevo trabajo de Xackal. Se trata del tercer álbum del gallego, al que ha decidido llamar “Espido e osa”, es decir, “Desnudo y osa”. Su título le viene que ni al pelo a un trabajo en el que el músico se desnuda algo más de lo habitual, dando lugar al que él mismo reconoce que es “el álbum por el que me gustaría ser recordado”. Para conseguirlo, Nano Suárez pone a nuestra disposición una colección de cinco canciones, tres de ellas escritas en su lengua materna y otras dos a modo de piezas instrumentales.
Dentro del tercer trabajo de Xackal encontraremos un amplio abanico de colores a nivel sonoro. Partiendo de la base de su sonido electrónico, el artista nos sorprende encaminándose hacia un sorprendente sonido synthpop. Sin embargo, no faltan a la fiesta los coqueteos con otros ritmos más cercanos al pop, el rock, el folk e incluso la música clásica. Cualquier género que contribuya a crear una atmósfera relajante con toques de fantasía recibe un guiño en este álbum. Al final, esa era la premisa básica de su autor, empeñado en hacer un trabajo dedicado completamente a la naturaleza. Esos verdes paisajes de su Galicia natal, su misteriosa niebla y el olor a salitre eran lo que el Nano afincado en Madrid echó en falta durante años, y volver a respirarlo le hizo sacar del cajón aquellos temas inacabados que guardó durante tanto tiempo.
Hoy aquellos temas quedan enmarcados en “Espido e osa”, un trabajo minimalista pero sencillamente brillante y emotivo para el oyente. Entre sus acogedoras melodías uno puede sentirse como en casa, y eso es gracias al trabajo del propio Nano Suárez y del músico Gael “Galboir”, quien ha aportado su talento a los mandos de los vientos y la percusión. Más tarde, estas canciones que fueran grabadas bajo el sello Bagoah tomaron rumbo hacia Abrigueiro Estudios para su masterización. Allí terminó de tomar forma este disco que, de alguna manera, se ha ido gestando durante los últimos 20 años, pero que solo pudo ver la luz cuando el propio Xackal volvió a pisar su tierra.
Por último, cabe mencionar la deliciosa portada que acompaña a esta obra de carácter conceptual, obra de María Méndez. La idea nació como un homenaje a “Desnuda y oso”, la pintura del célebre pintor francés Henri Rousseau. A partir de ella, Xackal comenzó a pensar en la idea de invertir los roles sexuales de la obra, convirtiéndola en un desnudo frente a la naturaleza, al igual que lo está siendo su nuevo EP. Esto es, en palabras del propio artista, “fantaseaba con que el disco hiciese homenaje a una relación prohibida entre un servidor y una osa. Quería que fuese algo delicado pero acabé desestimando esa idea como canción para que solo quede como imagen, ahí estoy yo, desnudo y con la osa”. Sean bienvenidos, pues, a esta explosión musical de naturaleza convertida en puro arte.
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