Comenzamos la semana de la mando de Luback, una banda que lleva el rock por bandera. Después de un exitoso crowfunding, la banda estrenó a comienzos de año «The measure of the steps», su tercer disco. Con motivo del concierto que la banda ofrecerá mañana mismo en la mítica Galileo Galilei, charlamos con Cristian, vocalista y guirrarra de la banda:
- Para quién aún no os conozca, ¿quiénes sois y cómo nació Luback? ¿De dónde viene el nombre de la banda?
Luback es una banda de rock blues folk y algo de soul de vez en cuando y nació hace casi 10 años a raíz de la relación personal y musical entre yo que soy el cantante y guitarra y el teclista que es Yago, que nos conocíamos de otro grupo en el que habíamos tocado muchos años. allí, nos conocimos, nos hicimos muy amigos aquel grupo se disolvió pero al cabo de un tiempo nos volvimos a juntar para tocar y eso fue el germen de Luback.
El nombre de la banda viene de un momento en el que había que poner nombre y siempre que se nos ocurría algo, estaba ya inventado. En un momento dado, recordé muchas conversaciones que he tenido con mi madre sobre la música, la intensidad y la espiritualidad de la música… La espiritualidad en el sentido de profundo, no de religioso. Y resulta que mi madre nació en Guinea Ecuatorial y me decía que ella el recuerdo más fuerte que había tenido con la música era ver la misa Luba que hacían allí las tribus. Era algo así como una misa católica pero con los tambores y los coros cantando el Kiri. Así que esa idea de intensidad y espiritualidad mezclada con rock, es Luba+ck, Luback.
- Este año habéis publicado ‘The Measure of the Step’ vuestro tercer disco. ¿Cómo ha sido lanzar un trabajo en medio de todo este lío?
Ha sido difícil porque hemos tenido que aprovechar muchas ventanitas de oportunidad para ir haciendo cada movimiento y tal. Pero sobre todo, ha sido un pelín osado porque habido muchos momentos en los que hemos visto que nadie estaba haciendo nada, que todo estaba parado, que nadie estaba ni publicando ni mucho menos grabando. De hecho a veces nos ha costado tomar las decisiones. Tuvimos nuestros debates largos e intensos sobre qué hacer en cada momento. Pero al final a la decisión siempre fue en cada momento tirar palante, tirar palante, tirar palante. Con el primer videoclip lo mismo, ‘lo hacemos, no lo hacemos, podíamos, no podíamos, y luego qué, y luego tal’ y al final siempre hemos ido hacia delante porque nuestra vida es hacer música y dejar de hacerlo al final no era una opción.
- ¿Por qué habéis elegido ese título para el álbum? ¿Os gusta tenerlo todo bien medido?
No, es más bien por el el cómo hacemos las cosas en general. Porque claro, un grupo de nuestro estilo aquí en España ya de entrada es una especie de suicidio comercial, es una cosa bastante complicada. Pero luego además en muchos sentidos a la hora de producir, a la hora de encarar casi cualquier cosa relacionada con la industria siempre nos encontramos un montón de peros, un montón de pegas… Gente que te dice esto lo estás haciendo mal, esto no lo vas a hacer así, lo que tienes que hacer…
Y al final todo el mundo te pide a gritos y casi te ordena que te adaptes al mercado y nosotros intentamos no hacerlo cuando es algo que sabemos que va contra nuestra naturaleza y nos vamos pegando tortas por el camino pero lo que ocurre es que al final el resultado al que llegamos no hace estar más contentos a nosotros mismos con nosotros mismos que si hubiésemos hecho de la otra manera.
Entonces lo de «Measure of the step» viene de por cómo mides el éxito. Porque step es paso pero también es escalón, entonces como la escalera hacia el éxito. ¿Cuánto crees que has subido? o ¿cuántos escalones has subido haciendo esto de esta manera?. Para nosotros esa especie de idea de éxito es más lo contentos que estemos con lo que hacemos que lo que nos diga la industria.
- Este trabajo ha salido adelante en parte gracias a la ayuda de vuestros seguidores ¿qué ha supuesto para vosotros este crowfunding? ¿Cómo está siendo la recepción por parte de vuestros mecenas?
Desde luego que si lo hacíamos, lo teníamos que hacer muy en serio. De hecho, el propio proceso del crowfunding fue un curro que yo no esperaba que fuese tan pesado. Yo pensaba que iba a ser nada, contarlo en un sitio y ver qué pasa. Pero no, fue currazo bastante heavy. Y luego, estuvo muy relacionado con la pandemia también porque en la primera cuarentena de marzo 2020, creo que llevaba el crowfunding en activo pues semana o menos, 4 o 5 días, Nos pilló de lleno.
Pensamos que en ese momento no era el momento de pedir nada a nadie, la situación no era buena. Así que eran 40 días de campaña y estuvimos unos 30 callados en silencio absoluto. Y ya he repente un medio que nos conocía publicó que teníamos el crowfunding activo y a raíz de eso la avalancha fue que no lo vimos ni venir. Llegamos al 140% de golpe y nos quedamos con la boca abierta. Ha sido un poco de presión, pero tan alegres de haber recibido semejante apoyo que estamos muy contentos y nos merece la pena.
- Al escuchar este trabajo nos hemos dado cuenta de que pese a tener ese sello de vuestro sonido, en realidad está compuesto por temas bastante variados. ¿No queréis cerraros las puertas a ningún estilo?
Claro, bueno depende lo que hablemos, igual escucharnos haciendo reggaeton va a ser complicado (risas). Pero la música de raíces, lo que la banda hemos escuchado de pequeños, es muy variada. Por eso que tenemos claro que toda esa mezcla tiene cabida en una banda. Luego sabemos que tampoco podemos hacer un disco de extremos, siempre al pasar por nuestro filtro todo se empaca y es homogéneo en cierto modo. Pero pero aún así si que es verdad que tenemos una canción que es folk supersuave, luego una muy rockera, otra es casi soul… Ahí andamos, bebiendo de todas partes.
- Después de 10 años en conjunto, pisáis por primera vez la mítica Galileo Galilei el próximo día 26. Además, coincide que será uno de los primeros conciertos sin restricción de aforo en dicha sala. ¿Cómo estáis preparando ese concierto tan especial?
Para nosotros está siento muy especial todo. Aunque haya quien diga que el concierto es una presentación del disco, nosotros no lo consideramos así. Obviamente habrá canciones del disco porque es lo más reciente y porque nos gusta. Pero es un poco trampa porque va a ser simplemente un concierto de Luback. Vamos a estrenar una canción nueva, vamos a tocar dos versiones que no hemos tocado nunca, vamos a rescatar alguna canción que hace mucho que no tocamos y que es que es muy especial para nosotros. Luego también el tipo de repertorio que hemos elegido está muy adaptado a la sala porque la conocemos bien sabemos qué tipo de rollo. No es un concierto de zapatilla a muerte, tampoco es súper suave, es una mezcla en la que el rock acústico digamos que es lo que lo que va a mandar.
- Y tras este concierto, ¿tenéis pensado seguir girando o llega el momento de pensar en nueva música?
Con los temas vamos a ir más despacio porque aunque los estamos montando, en esto siempre vamos despacito y con buena letra. Pero de momento vamos a ir moviéndonos un tiempo y de hecho tenemos varias cosas que por zona noroeste por Galicia, León, Portugal… Luego bueno tenemos también un par de conciertos en Madrid después de Galileo y alguna cosilla más que tenemos por ahí.
- A la hora de componer, ¿cuáles son vuestros referentes?
Depende el tipo de canción. Tenemos canciones que son muy Dylan, muy Tom Petty… Tenemos esa parte muy acústica incluso tirando a cantautor americano. Pero luego de repente nos sale la vena Led Zeppelin, Jimmy Hendrix… un rock un poco más sucio y cañero y en medio tenemos muchos grises. Andamos un poco por ahí moviéndonos por todo eso.
- Y si encontraseis la lámpara de Aladín y os concediese 3 deseos en forma de colaboraciones, ¿con quién os gustaría trabajar?
Yo creo que con Tedeschi Trucks sería algo muy grande. Nosotros intentamos cultivar un poco el concepto de ‘jam band’ que es eso de dejarte llevar un poco. Y creo que Tedeschi Trucks Band son quienes mejor lo hacen. Les tenemos una gran admiración y aparte es que todos, hasta el último corista de la banda, podría tener su propia banda porque son todos increíbles.
Y a parte de con ellos, yo tengo muy ahí a Larkin Poe. Son unas hermanas de Atlanta, bastante jóvenes que tocan brutal. Hacen un blues rock muy sureño que es increíble. Además como anécdota, se llaman así porque son descendientes de Edgar Allan Poe.
Por último, elegiría algo más cañero o moderno. Quizás con Wolf.
- Hoy en día hay quién dice que dedicarse al arte en casi cualquiera de sus formas es de ser un poco kamikaze. ¿Qué es lo que os hace no desistir y seguir adelante en el complicado mundo de la música después de tantos años?
Yo creo que hay tantas formas de vida que son kamikazes realmente. Creo que estar en una oficina haciendo algo que no te gusta 9 horas diarias es casi un suicidio peor. Lo que hacemos nos mueve mucho por dentro y es algo que te da muchísima energía. Encima lo estás haciendo con gente que son tus amigos con los que te llevas muy muy bien. Estás compartiendo algo como la música. Yo creo que realmente no hace falta muchas excusas para seguir adelante.
- Vamos con algo un poco más alegre. Llega el momento de una de nuestras preguntas favoritas. Vamos a proponer varias situaciones cotidianas y nos gustaría que nos propongas la canción ideal para cada una de ellas.
- Una noche bajo las estrellas Midnight in Harlem – Tedeschi Trucks
- Un viaje en carretera Runnin’ Down a Dream – Tom Petty
- Una tarde de playa cualquiera de los Beach Boys
- El momento motivación haciendo deporte The Eye Of The Tiger aunque suene a cliché
- En la ducha Baby Gonna Leave You – Led Zeppelin
- Para terminar, nos gustaría dejaros este espacio para que cuentes a nuestros lectores por qué deben apostar por tu música y pasarse por vuestro concierto.
Creo que sobre todo porque no les va a aburrir. Al final creo que una cosa buena que tenemos es que tenemos un abanico amplio. Así que el estado de ánimo en el que tú llegues, te va a encajar en algún sitio. Y eso luego al final puede acabar abriendo la puerta para que acabes conociendo lo demás y y te llame.
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