El domingo fue el único día marcado por el buen tiempo, que incluso nos permitió ver el sol por Benicàssim. Todo parecía alinearse para acabar por todo lo alto un SanSan festival inolvidable y Repion abría la jornada. El power trío cántabro-madrileño moría de ganas de salir a tocar, y eso se notó desde el primer minuto. Así, consiguieron ponernos las pilas a ritmo de rock afilado con toques de grunge-pop.
Acto seguido le llegaba el turno a Arde Bogotá, una de las bandas revelación de nuestro panorama musical. Su fórmula de rock alternativo con ritmos contundentes y guitarras distorsionadas nunca deja indiferente. Además, si a todo ello le sumamos la característica voz de su cantante y el carisma que desprenden, el resultado es un concierto animado y potente. Los de Cartagena vinieron a presentar su primer disco, “La Noche” (2021) aunque también nos deleitaron con otros temazos anteriores como “Antiaéreo”. Todo ello, arropados por un público fiel que, en comunión perfecta con ellos, convirtió este concierto en puro éxtasis.
Durante la siguiente hora, se solapaban los horarios para disfrutar de Travis Birds en el Escenario SanSan y de The Niftys en el Escenario Calaverita. Lógicamente nos habría gustado que fuera de otra manera, ya que esto nos obligó a vivir ambos conciertos a medio gas. El primero de ellos estuvo marcado por la emotividad, puesto que el directo de la cantautora Travis Birds siempre viene con la magia por bandera. No se le hizo grande el Escenario SanSan, donde aguardaba un público entregado. Eran muchas las ganas que había de escuchar en concierto su nuevo disco, “La costa de los mosquitos” (2021) y confirmamos que el giro de tuerca que le da el directo lo mejora todavía más. Por otro lado, en la carpa del Escenario Calaverita nos encontramos a unos The Niftys verdaderamente emocionados. El público coreó sus temas a la antigua usanza: bailando y saltando, y esto supuso un verdadero chute de adrenalina para ellos. Como era de esperar, no faltaron a la cita los temas de su primer disco, “Sweet Bloody Trip” (2019) en un salvaje directo cargado de puro rock.
Se acercaba la hora de la cena, y por ello hacerlo escuchando a Sen Senra se convirtió en la mejor opción. El músico vigués se hizo con el Escenario Benicàssim en un abrir y cerrar de ojos, confirmando por qué es una de las sensaciones del pop actual. Lleva dedicándose a la música desde muy joven, y eso ha hecho que tenga más que perfeccionado un directo pensado para ser llevado a cabo en interacción con su público. Todos teníamos ganas de comprobar cómo defendía en directo su último trabajo, “Corazón Cromado” (2021) y el gallego no decepcionó. Bravo por él.
Tras recargar las pilas, se acercaba el momento de la traca final de un festival que ya iba llegando a su fin. El primero de los platos fuertes era Leiva, uno de los cabezas de cartel que más ganas había de disfrutar. Era un día doblemente especial para el músico madrileño, que cerraba en el SanSan 2021 el “Tour Nuclear”, que le ha llevado por numerosos conciertos en España, México, Uruguay y Argentina. Lógicamente, fueron diversos los temas de este último disco que presentó en Benicàssim: “Superpoderes”, “No te preocupes por mí”, “Lobos”, “Nuclear”, “Como si fueras a morir mañana” y, sobre todo, un momento emotivísimo en el que nos regaló “Godzilla” en acústico. Sin embargo, no faltaron otros clásicos de sus discos anteriores como “Sincericidio”, “La lluvia en los zapatos” o “Terriblemente Cruel”. Al igual que ocurriera en otros conciertos anteriores de su gira, el punto más álgido de la fiesta corrió a cargo de algunos de sus grandes éxitos de la época Pereza, como “Estrella Polar”, “Como lo tienes tú”, “Animales” o “Lady Madrid”. Touché.
Mientras tanto, Derby Motoreta’s Burrito Kachimba hacía de las suyas en el Escenario Calaverita. Nosotros permanecimos en el Escenario Benicàssim, debido a la gran afluencia de público que no garantizaba el movimiento hacia la carpa respetando debidamente la distancia social. Y cuando quisimos darnos cuenta, ya estaba Rayden repartiendo rap, pop y pura poesía para todos los asistentes. Lo cierto es que, a pesar de la bonita energía que desprende el artista, una gran parte del público se lo perdió debido a las grandes colas que se daban en la zona de restauración. No obstante, el artista madrileño siempre ilusiona y nos deja con ganas de volvernos a ver.
Nos plantamos en el último desdoble del cartel, momento en el que coincidían de lleno Axolotes Mexicanos en el Escenario Calaverita y La M.O.D.A. en el Escenario SanSan. Estos últimos nos regalaron un directo enérgico ante un público entregado a la causa que terminó completamente hechizado con la magia que desprende la banda burgalesa. El septeto dejó a las claras que su sonido es único, y no recuerda a ningún otro artista, aunque podríamos situarlo en torno al pop alternativo con toques rock, folk, y blues. Con ellos, como os podéis imaginar, nunca hay miedo a la inmensidad.
Justo después de despedirnos de La Maravillosa Orquesta del Alcohol se acercaba uno de los momentos más esperados del festival. Frente al Escenario Benicàssim pudimos confirmar que el artista sorpresa era La Pegatina, algo que ya sospechábamos después de haber visto su nombre en las camisetas del merchandising oficial que incluían el cartel de la presente edición. Como era de esperar, esta sorpresa se convirtió en una auténtica fiesta llena de pogos y congas. No hubo momento para canciones lentas, ya que el setlist se presentaba llena de auténticos temazos como “Olivia”, “Y volar”, “Lloverá y yo veré” o “Mari Carmen”. Y se hizo la verbena bajo el cielo de Benicàssim.
Cuando el público estaba a tope, se acercaba el último concierto de la edición 2021 del SanSan Festival. Este fin de fiesta corría a cargo de Elyella, perfectos expertos en el arte de llenar de baile y diversión cualquier cita a la que se les invita. Sus remixes de temas indies así como sus temas propios hicieron vibrar a un público que parecía aún tener cuerda para rato. Por ello, no faltaron temas míticos de la talla de “Hola, ¿qué tal?”, “Todo lo que importa” o “Dreamers”. Sin embargo, entre tanto éxtasis también comenzaba a aparecer esa sensación de vacío al ver que una fiesta tan impresionante llegaba a su fin. Un final que vino marcado por un “Vanana Megamix” que sonó por todo lo alto e incluso nos dejó un fin de fiesta con los miembros de la familia Vanana allí presentes (Ginebras, Karavana, Elyella…) marcándose unos bailes entre neones, confeti y unos últimos asistentes cuya energía resultaba inagotable.
Mientras tanto, desde las 23 horas pudimos disfrutar en la carpa electrónica de Cori Matius, Monka, Plan B o Alexander Som. Éste último fue el encargado de poner fin a los conciertos de SanSan Club, que a lo largo de las tres jornadas congregaron a una enorme cantidad de asistentes deseosos de bailar hasta el amanecer.
Para cerrar esta crónica, confirmaremos que la resaca emocional tras la vuelta de Benicàssim ha sido real. Siempre resulta difícil abandonar este municipio de la costa de Castellón que respira música por los cuatro costados. Nos sentimos verdaderamente afortunados por haber podido amanecer con la brisa valenciana, haber podido tomar una cerveza al sol con la playa delante e, incluso, habernos podido bañar en las aguas del mediterráneo para, a la hora del atardecer, dirigirnos rumbo a un festival en el que resulta fácil sentirse como en casa. A pesar del paso al frente que ha dado en esta edición, el SanSan no ha perdido su carácter cercano. Aplaudimos enormemente a la organización por el enorme esfuerzo que han llevado a cabo, así como a todos los trabajadores, artistas y técnicos que han hecho posible convertir en realidad un festival que parecía un sueño hace unos meses.
Si nos ponemos a pensar en posibles mejoras, podemos decir que deberíamos haber visto más mascarillas dentro del recinto. Entendemos que no resultan cómodas para bailar e incluso para respirar cuando llueve, pero que el público cumpla con las medidas de seguridad es clave de poder seguir disfrutando de estos macroeventos. Además, en algunos momentos las barras se saturaron e incluso algunas zonas de ellas y otras zonas de restauración tuvieron que cerrar debido a falta de suministros, lo que resulta sorprendente. Para finalizar, lo más doloroso de todo fue vivir cómo el Escenario SanSan sufría algún tipo de fallo en su sonido. No sabemos si sería como consecuencia de la lluvia o simplemente debido a alguna circunstancia técnica, pero esto generó diversos murmullos y pitos entre los asistentes.
Sin embargo, estamos seguros de que la organización tendrá en cuenta estas incidencias de cara a mejorar las futuras ediciones. De momento, solo nos queda decir: id cogiendo fuerzas, porque nos vemos dentro de unos meses en el SanSan 2022. Edición que ya tiene sus primeros confirmados: ¡¡Dani Martín y Steve Aoki!!
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