Canciller rinde honores a las heridas en el gamberro y descarado “Kintsugi”

Ya llevaba tiempo anunciando en sus redes sociales que pronto vendrían novedades musicales, y no nos engañaba. Lo último de Canciller, un single titulado “Kamikaze de vuelta, fue todo un éxito. La artista valenciana estrenaba hace semanas esta píldora pop con condimentos indie que iba claramente dirigida a los aventureros en el amor. Esto es, a esos valientes que no se arrepienten de nada y que saltan al vacío cuando vuelven a enamorarse. Y es que, confirmamos, ese “miedo visceral e infinito” que se siente al comenzar una relación es real. Sin embargo, en el momento de sentirlo ya no suele haber marcha atrás. Por ello, la artista valenciana animaba en su canción a amar sin miedo y a vivir intensamente, sin razonar demasiado. Algo que ella misma aplica a su carrera musical, en la que hace canciones para sí misma por el puro placer de cantarlas. Brava, Sara Canciller.

Hoy conocemos un nuevo adelanto de su próximo disco, un trabajo que se titulará “Golpe de Suerte”. Este single del que hablamos, titulado “Kintsugi” viene a mostrarnos el lado más gamberro, descarado y fresco de Canciller. Según ella misma reconoce, este tema nace para “bordar las heridas feas y vulgares y rendirles honores”. Como parece indicar su portada, esta canción habla de ese cristal roto que, lejos de acabar en la basura, acaba expuesto en tu rincón favorito de casa, exhibiendo su encanto natural al entender que sigue vivo gracias a ese golpe que podría haberlo hecho desaparecer, pero no lo consiguió. Sin duda, un mantra lleno de brillo y optimismo que repetirse a uno mismo, como lo es “Kintsugi”. Por cierto, para quien no lo conozca, “Kintsugi” es el arte japonés de dar una segunda vida a los objetos rotos, rindiendo homenaje a aquellos que son especiales para alguien.

En este single, la artista valenciana ha querido darle una vuelta a la producción, realizada por Tono Hurtado (Estudios Malamute). A nivel sonoro, y en contraposición a su antecesor, “Kintsugi” nos deja un sonido mucho más vibrante, alegre y enérgico. De ello se encargan las guitarras distorsionadas o esos sintetizadores con cadencias orientales que invitan a soñar fuerte. Además, la voz siempre dulce, redonda y cercana de la propia Sara, nos invita a cantar sin que nos importe si nos oye nuestro vecino. Algo que, a buen seguro, conseguirá su segundo disco, que ya va confirmando un sonido más maduro, personal y que nos dejará paisajes cercanos al new wave o el dream pop más ochentero. Y ahora, la pregunta es evidente: ¿cómo se hace para sobrellevar la espera hasta el próximo disco de Canciller después de estos dos lanzamientos tan espectaculares?

 

LYRIC VÍDEO DE “KINTSUGI” – CANCILLER

 

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