Gabriela Arcos: pop casero de carácter íntimo que abraza el alma

Antofagasta es una bellísima ciudad portuaria situada el norte de Chile que vio nacer el talento de Gabriela Arcos. Ella misma se declara amante de los gatos y de los cielos nublados, y demuestra una sensibilidad al alcance de pocos. Esta artista que ronda los 23 años de edad aún no termina de creerse que pueda dedicarse a la música. Fueron muchos los años que estuvo cantando a escondidas, sin ser consciente de su talento entre acordes. Al final, en una representación del colegio se atrevió a cantar en público y, desde entonces, todo cambió. Al final, los ánimos de sus amigas le dieron el empujón final que necesitaba para lanzar su proyecto en solitario. Y así nació este bonito proyecto de sonido pop que ya se abre paso firme en la escena musical alternativa.

Hace dos años Gabriela se lanzó al vacío en el mundo musical de forma autodidacta, con toda la humildad posible. Para ello le bastó con la guitarra que había comprado con sus ahorros, ya convertida en su acompañante de viaje. Con ella comenzó a escribir sus primeras canciones, las mismas que rescató durante el confinamiento del año pasado. Entonces, ella era consciente de su necesidad de formarse en producción para conseguir que sus canciones sonaran mejor estéticamente. Para conseguirlo, se puso en contacto con el talentoso compositor y músico Osvaldo “Wally” Lara, al que mostró aquellos temas. La idea inicial era recibir esa formación en producción por parte del reputado productor, pero al final los planes cambiaron. En consecuencia, fue él quien se convirtió en el productor del primer trabajo de Gabriela Arcos.

El primer adelanto que Gabriela Arcos nos dio a conocer fue “El Humo”, un tema de sonido pop realmente nostálgico. Todos nos vimos reflejados en aquella historia que hablaba de ese momento en el que somos conscientes de estar echando de menos a esas personas que no merecerían que lo hiciéramos. Con él, las canciones de Gabriela Arcos abandonaron la soledad de su habitación rumbo directo a la escena musical chilena. Apenas un mes después, a mediados de febrero, ya estaba resonando en nuestras cabezas “Tener diecisiete”, su segundo single. Este tema, algo más bailable, recordaba con nostalgia y cariño la forma de entender la vida que teníamos entonces.

Después de muchos meses de duro trabajo a distancia, el EP debut de Gabriela Arcos ya es una realidad. Su primer trabajo lleva por título “A Solas” y en él vislumbramos la esencia de una artista que se declara “terriblemente feliz” del resultado final. Además, este trabajo trajo consigo el nacimiento de una enorme amistad entre ella y “Wally” Lara, quien ha tratado a sus temas con todo el cariño posible, ofreciéndonos una producción de carácter minimalista que solo consigue aumentar la capacidad que tiene la calmante voz de Gabriela Arcos para abrazarnos el alma. Por otra parte, la masterización fue obra de “El viejo” Felipe Díaz, ingeniero de sonido y guitarrista de la banda chilena Voy y Vuelvo.

En cuanto a su sonido, encontramos claras influencias de Carla Morrison, la cantautora irlandesa Orla Gartland y, por supuesto, su admirada Taylor Swift. Todo ello se traduce en un EP de sonido pop nostálgico con cinco canciones impregnadas en sinceridad y reflexión. En sus letras se aborda primordialmente el tema de la soledad, y todo aquello que sentimos cuando echamos de menos a nuestros seres más queridos (los amigos a los que el confinamiento no nos deja ver, ese amor que ya no está…). No obstante, más allá de sus tintes de añoranza confirmamos que nos encontramos ante un EP cargado de color y emociones, que esconde algún toque rock alternativo y nos permite viajar a golpe de sintetizador. Sin duda, Gabriela Arcos se estrena a lo grande: tardó algunos años en llegar hasta aquí, pero sus canciones ya forman parte de la banda sonora de nuestra vida.

VIDEOCLIP DE “NOCHES DE VERANO”, DE GABRIELA ARCOS

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