Hace algún tiempo nuestro espacio se convirtió en una explosión de sonido rockabilly y de buen rollo. Los culpables fueron Cueva Mapache, el dúo barcelonés formado por Núria Vila (voz y guitarra acústica) y Edu G (contrabajo). Ambos son los artífices de un proyecto musical muy cercano y realmente peculiar que nació alrededor del año 2017. Desde el principio, tuvieron claro que la humildad y la honestidad serían las bases de su proyecto autogestionado. Todo ello, unido a su amor por la música y en especial por el pop y el rock and roll, fue motivo suficiente para crear Cueva Mapache, uno de los proyectos más divertidos y originales del panorama musical independiente.
Atrás queda ya “El duelo”, aquel lanzamiento que amenizó de sobremanera el sofocante calor del pasado verano. Aquellos dos temas, divertidos e ilusionantes a la par, hablaban de aprender a despedirse cuando llega el momento de hacerlo. Y es que despedirse es importante, pero también lo es saber recibir con honores a quien lo merece. Y eso es justo lo que hacemos con el nuevo lanzamiento de Cueva Mapache, un EP titulado “El día más largo”. Este trabajo, que lleva el encanto de la autoedición, ha sido mezclado en Estudis Nautilus por Lluis Cots (Mourn, The New Raemon, The Crab Apples…) y masterizado por Víctor Garcia (Nacho Vegas, Pau Vallvé…).
Con “El día más largo” Cueva Mapache deja atrás aquel estilo que le había caracterizado hasta el momento. Es por una buena causa, ya que el dúo barcelonés se ha lanzado a la búsqueda de nuevas sonoridades. Todo ello, por supuesto, manteniendo su formación original que viene guiada por una voz, una guitarra, un contrabajo y una batería. Es por ello que en este trabajo encontraremos nuevos colores en sus composiciones, más cercanas al indiepop (“Solsticio”), al rock alternativo (“Despertar”) o al punk (“Tocar Techo”).
Estos tres nuevos temas que Cueva Mapache pone a nuestra disposición dejan entrever, en cierto modo, cuáles son sus influencias. Ahora podemos confirmar que el dúo barcelonés se ha dejado influenciar por el sonido de bandas como Protomartyr, Idles, Iggy Pop, Teenage Fanclub o Tiger Army. Además, a nivel lírico en este EP encontraremos unas letras más crudas o viscerales que en los lanzamientos anteriores. Sin duda, este cambio en su rumbo que ha efectuado Cueva Mapache ha de considerarse como una muestra de valentía. De no ser por ello, nos habríamos perdido un trabajo brillante con el que este proyecto barcelonés refleja una temporada de dificultades y lucha con final feliz. Disfruten, tenemos Cueva Mapache para rato.
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